Perdidos en la traducción
28 / 08 / 2015
Fuente: www.jotdown.es

La versión rusa de la película garabateaba en el bloc de notas a Yuri Gagarín y Vladímir Vysotski, la inglesa a The Beatles y Sean Connery, los italianos verían el nombre de Roberto Benigni entre las páginas y los franceses a Louis de Funes junto a Daft Punk y El quinto elemento, en México Maradona y Shakira compartían hoja, Corea del Sur leía Old Boy y Dance Dance Revolution, y en Australia una de las entradas era AC/DC. En la versión brasileña además del nombre de Chaves también nos encontrábamos con el de Xuxa, con lo que podíamos empezar a considerar como canon que el «Ila-ila-ilarié» existe dentro del universo Marvel.
Es de agradecer que los responsables de la película se tomasen tanta molestia para retocar un puñado de fotogramas en el proceso de localización, y una ojeada a una recopilación en internet de las diferentes versiones de la escena revelaba que los encargados del retoque digital simularon con una fuente de letra la escritura a mano y editaron el texto según el país, sin complicarse en exceso la vida: las cinco últimas anotaciones (comida tailandesa, Star Wars/Trek, Nirvana, Rocky y la banda sonora de Su majestad el hampa) eran comunes a todas las regiones, pero no porque los tailandeses tuviesen un marketing de cojones en el campo de la restauración sino porque repintar por ordenador aquella zona resultaba más engorroso cuando la mano del personaje pasaba por encima del texto. Finalmente, y pese a las buenas intenciones de la adaptación, el resultado se estrellaba con la lógica: era bastante extraño imaginar al superhéroe tomando nota del grupo brasileño Mamonas Assassinas, destacando las virtudes literarias de Cela cuando un americano cogiendo un libro es lo más cercano que existe a juguetear con los pliegues de la realidad, o interesándose por la carrera de Bunbury antes de que este empezase a mutar en una beta de Raphael.
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